No saber

 Que año! Aún no terminó y ya puedo decir que es un año bisagra, en muchos aspectos. Acabo de llegar de cenar de la casa de Mildred, hoy es 13 de septiembre y estoy atravesando los desafíos más complicados de mi vida

Ni cuando me encontré con mi papá estuve así. O si, año 2014 también fue muy detonante. Cómo La Torre, esa carta del tarot que habla de quiebres y nuevos rumbos. Este año también lo siento así. 

Estoy atravesando la peor crisis económica de mi vida, el duelo de tener que dejar ir a un hombre que quiero mucho y que, creo que también me quiere, pero que no está preparado aún, estoy sintiendo la solitud de la vida. Ese sentimiento de ausencia total de todo, de una soledad que por momentos pesa muchísimo y que sé es parte del proceso, pero aún así duele. Atravieso la perdida irremediable de lo que fui y lo que creía que era, esas cosas que sentía que me definían, pero con las cuales ya no me identifico más. Estoy enfrentándome con el miedo a la perdida de los que amo, la transformación de los vínculos, la ansiedad que no me deja dormir. 

Tengo ganas de gritar, todo el tiempo. De huir hasta de mi misma. De morir, de aislarme, de olvidarme de todo. Angustia, dolor, miedo, desesperación, dolor, dolor, dolor. Rota.

Siento todo eso que uno siente cuando sabe que está muriendo una parte de uno que no volverá jamás. Y me duele porque aprecio esas partes de mi, pero quedaron obsoletas y la vida me pide reinicio todo el tiempo.