DOS VIDAS EN 24 AÑOS
Muchas veces me preguntaba para qué vine a este mundo? Recuerdo cómo me sentía. No se si perdida, pero si
perturbada, quizás aun lo esté, pero muchísimo menos que antes. Hoy, acá me encuentro: transitando
este nuevo camino que se abrió paso el día que decidí VOLVER A NACER. Sí, por
que nací de nuevo. El día que me encontré con mi viejo, que me reconcilie y lo
perdoné, desde lo más profundo de mi corazón sentí que volvía a nacer.
En esta nueva vida, nada es
igual. NADA. Ni yo, ni quienes me rodean, ni mi propia familia. Todos, TODO,
absolutamente TODO ha cambiado. Mi cuerpo, mis sensaciones, cada particula de
mi ser renació a una nueva vida. Todo ha quedado atrás. Encontrarlo a él fue
haberme encontrado, en parte, a mi misma.
Hoy, después de dos años de todo
eso, sigo transitando las constantes olas de la transformación. Me llevan, me
hacen fluir y no puedo pararlo aunque quiera. Pero la verdad es que no quiero, deseo seguir experimentando este nuevo camino que me he forjado yo
misma. Aunque admito que a veces me siento perdida, ante todo lo nuevo que
implica este transitar, me siento animada, motivada, con ganas, deseosa y
feliz.
Hoy puedo y tengo el honor de
decir que cuando tuve 22 años volví a nacer, VOLVÍ A LA VIDA y comencé a
escribir YO MISMA mi propio libro de la vida. En este nuevo libro tengo a una
familia parterna, pero también a mi familia materna de la vida anterior, a mis
amigas, y personas que más quiero. Aunque no son los mismos,
también ellos han cambiado, algunos transformándose para bien y otros para mal.
A veces los cambios no son bien recibidos por todos, pero tengo que decirles, que la vida se ha hecho para VIVIR, y para hacer lo que nos
hace feliz. Yo soy feliz, con toda esta nueva identidad y esta nueva Florencia que
me acompaña día a día.