Antes me pasaba que era tanto lo malo que me ocurría que no podía expresarlo, que no dejaba o me era imposible exteriorizarlo. Hoy es tanto lo bueno que me sucede, que me vuelve a pasar lo mismo. Me cuesta decirlo, sentirlo, vivirlo, expresarlo. Quizás sea por que me pase la vida entera reprimiendo todo, lo bueno y lo malo; por que siempre preferí interiorizar todo a que el mundo vea como estoy.
Es por eso, que siempre valore y amé a todas aquellas personas que son capaz de "ver" más allá y poder sentir lo que siente el otro, sin la necesidad de contarlo.
Hoy, que estoy viviendo cosas que jamas pensé que viviría, o por lo menos no de la manera en que se están dando, estoy feliz. Feliz por mi misma, por mi valentía y mi coraje para enfrentar este enorme cambio que estoy viviendo. Un cambio que se empezó a gestar hace muchísimo tiempo, pero que recién hoy se esta concretando.
Estoy feliz de saber que en este camino taaaaan largo, me han acompañado personas de fierro, que se la bancaron, que estuvieron y están. Feliz de que la vida me haya alejado de toda la gente que me quitaba energías, tiempo, ganas; y me haya acercado a personas que jamas pensé que necesitaría tanto y fueran tan importantes. 
Me siento renovada, con fuerzas, libre y tranquila. Por fín puedo decir que estoy amigandome conmigo misma, con mi ser, con mi vida. Aceptando y empezando a disfrutar de todo esto. Fueron tantos los malos momentos, los disgustos, las discusiones, las caídas, las tristezas; toque fondo como quien dice y recién ahora puedo decir que estoy resurgiendo. Con más fuerzas que nunca y feliz.
Voy a cerrar esto con una frase que explica mucho mejor todo: "No olvides que nunca se ve tan oscuro como cuando está a punto de amanecer".

Entradas populares de este blog

No saber

YO SOY

Árbol Genealógico